La falta de profesionales cualificados en las empresas instaladoras puede poner en peligro el desarrollo de la energía fotovoltaica en España
- Aunque la energía fotovoltaica es un sector en crecimiento, con más de 298.000 viviendas y 54.000 empresas con paneles solares en sus tejados, no hay suficientes programas de formación específica ni personal para desarrollarlos al completo.
- La patronal fotovoltaica calcula una inversión de 20.000 millones en energía solar hasta 2030. UNEF señala que hasta el 65% de los equipos se puede fabricar en España y que el país cuenta con la ventaja competitiva de disponer de terreno y el recurso solar.
- EIG Integral Services dispone de personal propio cualificado que le permite ofrecer un servicio con la misma calidad en todos los lugares del territorio nacional, además de cumplir los plazos en los que se comprometen y la calidad técnica de la instalación con sus clientes.
La energía generada para el autoconsumo mediante placas fotovoltaicas en los tejados cubrió el 1,8% de la demanda eléctrica en España en 2022 (4.564 gigavatios por hora), según el Informe Anual del Autoconsumo Fotovoltaico de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA Renovables).
De esta manera, en la actualidad más de 298.000 viviendas y 54.000 instalaciones de empresas tienen paneles solares en sus cubiertas. De ellas, casi dos tercios se instalaron durante el año 2022, con 217.000 hogares y 23.096 empresas iniciándose en el autoconsumo, lo que significa que, la potencia anual instalada se ha multiplicado por 26 en cuatro años, desde los 101 MW instalados en 2018.
Y es que la actual crisis energética,el aumento del coste de la electricidad y el compromiso social con la energía verde, han disparado el número de solicitudes de instalaciones fotovoltaicas en todo el territorio nacional.
La falta de instaladores profesionales pone en riesgo el crecimiento de un sector fundamental para el futuro económico de España
Sin embargo, pese a este espectacular incremento de la demanda de instalaciones de energía fotovoltaica, la falta de instaladores cualificados está provocando meses de espera para realizar una instalación de autoconsumo en muchas comunidades.
La falta de una generación de profesionales jóvenes que de relevo a los actuales instaladores, cada vez más próximos a la edad de jubilación (según el Instituto Nacional de Estadística, el 45,7 % de los trabajadores en el sector de la construcción tienen más de 45 años) está provocando que su número no solo esté empezando a ser insuficiente para poder cubrir la actual demanda de instalaciones de energías renovables, sino que se prevé que en el futuro su escasez sea aún mayor.
Una falta de instaladores profesionales noveles que puede tener graves consecuencias para el sector industrial, desde el retraso en los proyectos a un aumento de los costes de producción. Todo sin olvidarnos de un más que posible, impacto negativo en la calidad de las instalaciones y en la seguridad de los trabajadores y usuarios.
Así, nos encontramos en una situación en la que cada vez es más complicado encontrar instaladores que cumplan los estándares de calidad adecuados para realizar las instalaciones de fotovoltaica, lo que puede frenar la inversión en un sector que se está erigiendo como clave en el futuro económico del país.
Causas de la falta de instaladores
Según los principales agentes del sector, quizás la principal causa de la escasez de instaladores profesionales jóvenes es la falta de atractivo de la profesión. Las nuevas generaciones tienen la percepción de que el de instalador es un oficio duro y poco valorado a nivel social, lo que, unido a la falta de información sobre las oportunidades de carrera y la estabilidad laboral, hacen que muchos jóvenes opten por otras opciones profesionales y educativas. Situación lejos de la realidad, que exige una campaña de comunicación institucional que valorice y presente las virtudes de esta gran profesión técnica que es la del “INSTALADOR”.
A pesar de que la energía fotovoltaica es un sector en crecimiento, es evidente que no hay suficientes programas de formación específica para los trabajadores. Programas de formación y regulaciones adecuadas que permitan no solo aprovechar al máximo los beneficios de la energía solar en España, sino que tengan una estrategia previa con el objetivo de informar a los más jóvenes de los beneficios de una profesión bien remunerada, con gran estabilidad laboral, sin apenas paro y con gran proyección de crecimiento tanto personal como personal.
En este aspecto, el actual Gobierno ya anunció el pasado mes la creación de 4.000 nuevas plazas de Formación Profesional para programas relacionados con las energías renovables y aseguraba que el sector de las renovables tiene potencial para generar hasta 468.000 empleos en España durante la próxima década.
Medidas que si bien son necesarias, son claramente insuficientes, necesitándose que las empresas aporte su grano de arena tanto en la formación como en la atracción y retención de talento.
EIG Integral Services
Aspectos en los que EIG Integral Services se erige como un ejemplo de cómo proceder. Gracias a su apuesta por la formación continua de sus profesionales, la contratación de personal novel con un plan de formación y de carrea desde su entrada, lo que le permite contar con personal propio para las que le permite ofrecer un servicio con la misma calidad en todos los lugares del territorio nacional, además de cumplir los plazos en los que se comprometen con sus clientes.
Con una plantilla con 15 Ingenieros, 4 programadores y 50 operarios cualificados, EIG cuenta con programas formativos completos, tanto de reciclaje como nuevas disciplinas técnicas entre las que destacan las instalaciones fotovoltaicas, instalaciones de automatización de procesos, instalaciones en entornos Atex, prevención de riesgos, seguridad y salud, trabajos en altura, etc. Además, la compañía cuenta con un plan de formación especifico de desarrollo de técnicos noveles con un plan de carrera para su desarrollo, que garanticen la continuidad técnica y el crecimiento profesional de su equipo.
Y es que en EIG están convencidos de que solo mediante la debida formación y reparación de sus instaladores, plenamente cualificados, pueden asegurar a sus clientes que su instalación será correctamente realizada y legalizada, lo que evita posibles incidentes o penalizaciones.