¿Sabías que la bombilla más grande del mundo mide 4.2 metros y pesa 8 toneladas?
Si hace unas semanas os traíamos a esta sección de iElektro que en el mundo hay más de 120.000 millones de bombillas, y que cada ciudadano consume, de media, 5 de estos productos al año, esta semana queremos seguir trayendo datos y curiosidades sobre un invento que, desde su llegada a nuestras vidas hace casi dos siglos, revoluciono nuestros horarios, costumbres y maneras de relacionarnos y entender el mundo que nos rodea.
En esta ocasión hablaremos de la bombilla gigante que preside y protagoniza Menlo Park, un parque situado en el vecindario de Nueva Jersey en el que nació el famoso inventor Thomas Alba Edison, a quien durante muchos años se le atribuyó, de manera errónea la invención de dicha solución.
Y decimos erróneamente porque, a pesar de que muchos son los que creen que la bombilla fue inventada por Edison, resulta que la historia no es así del todo.
Sí bien es cierto que el «Mago de Menlo Mark» presentó una bombilla eléctrica totalmente viable – se mantuvo encendida durante 48 horas de manera ininterrumpida – el 21 de octubre de 1879, la realidad es que su auténtico inventor fue el químico británico Sir Joseph Wilson Swan.
Edison, quien posteriormente dedicaría gran parte de su vida, trabajo e ingenio a perfeccionar el invento de Swan, sí que fue el primero en patentarlo tras simplemente adaptar el diseño de este; que adolecía de la entrada de oxígeno en su interior, lo que provocaba que sus filamentos acababan quemándose.
La bombilla más grande del mundo
Quizás por todo esto, y también gracias a la grandísima popularidad y prensa de la que gozaba, Edison sigue siendo el inventor de la bombilla en el inconsciente colectivo de la sociedad.
Así, cuando en su barrio de origen quisieron realizar un homenaje a su vecino más famoso siete años después de su fallecimiento, decidieron hacerlo tirando la casa por la ventana y construyeron una bombilla de 4,2 metros de alto y ocho toneladas de peso que lleva presidiendo Menlo Park desde el año 1938.
Situada en una torre de doce pisos, la bombilla está recubierta con 153 piezas individuales de Pyrex y sigue brillando casi como el primer día.
