Tecnología de iluminación sostenible y conectada para ciudades más limpias y brillantes

18 de octubre de 2023 0

El 15 de noviembre de 2022, las Naciones Unidas anunciaron que la población mundial había alcanzado los 8 mil millones de personas. Una cifra que, para 2050, se espera que la población global crezca a casi 10 mil millones, con 6.6 mil millones de personas viviendo en ciudades, el doble de la cifra registrada en 2007.

Unas cifras que dejan claro que el desafío más significativo al que enfrenta la gobernanza de las ciudades es cómo gestionar ese crecimiento en las próximas tres décadas. Así, las estrategias de infraestructura a largo plazo se presentan como vitales para el crecimiento saludable y sostenible de las ciudades.

Solo mediante ellas se puede establecer cómo estos espacios ciudad pueden atraer con éxito nuevas empresas, crear empleos y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Las ciudades más exitosas serán centros de innovación, donde se probarán nuevas tecnologías que mejoran la vida.

Energía utilizada por las ciudades

En este aspecto, la iluminación conectada se presenta como fundamental para la descarbonización. Según el Departamento de Energía de los Estados Unidos, la iluminación es responsable del 15% del consumo mundial de electricidad y del 5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. La iluminación representa una gran parte de los costos de energía y emisiones de carbono de cualquier ciudad. Según la investigación, en promedio, constituye entre el 20% y el 40% del consumo de electricidad de un municipio.

Su estudio muestra que la mayoría de la iluminación pública es antigua e ineficiente. Aproximadamente el 75% de la iluminación pública de la UE tiene más de 25 años y utiliza lámparas ineficientes. De manera similar, más de la mitad de las farolas en los Estados Unidos aún no se han actualizado a alternativas energéticamente eficientes.

La actualización de la iluminación pública a sistemas LED ofrece un gran potencial de ahorro a largo plazo y un impacto ambiental positivo. Dependiendo de la tecnología que reemplace, la iluminación LED puede reducir en un 50% el consumo de energía de la iluminación de una ciudad, mientras que la iluminación LED conectada puede reducirlo en un 70%. Si todas las ciudades cambian a la iluminación LED, el mundo podría ahorrar alrededor de 1.4 mil millones de toneladas de CO2 para 2030.

Se estima que los clientes municipales en la UE pueden ahorrar una cantidad significativa de CO2 al año. Si las empresas y los gobiernos de las ciudades cambian a la iluminación LED…

Mejorar el entorno de la ciudad y reducir costos

Crear un sistema de iluminación conectada significa que toda la iluminación puede ser controlada de forma remota y en tiempo real. Parques, plazas y otros espacios abiertos pueden ser iluminados de manera más considerada y eficiente en términos de energía, regulando la intensidad lumínica de zonas específicas según su uso.

En períodos de baja demanda, los detectores de movimiento pueden utilizarse para iluminar áreas solo cuando hay personas presentes, lo que reduce costos mientras se mantiene la seguridad de los ciudadanos. La iluminación LED conectada puede utilizarse de maneras innovadoras. Por ejemplo, en una emergencia, la iluminación de la calle puede aumentarse para ayudar a los primeros respondedores.

Muchos proyectos de iluminación de calles mejoran la seguridad de una ciudad. La iluminación LED de calles conectadas reduce los accidentes de tráfico nocturnos y otros incidentes, según el Consejo Mundial de Datos de la Ciudad.

La ciudad de Knittelfeld en Austria se asoció para reemplazar 2,000 farolas por LED más brillantes y de bajo consumo energético. El gobierno de la ciudad tenía tres objetivos clave: mejorar la seguridad vial, ahorrar energía y facilitar la gestión de la iluminación.

Las autoridades de Knittelfeld deseaban un sistema de iluminación pública que pudieran monitorear y gestionar de forma remota y en tiempo real, con un panel de control basado en mapas intuitivo. El sistema de iluminación conectada entregó exactamente lo que estaban buscando.

La ciudad puede medir y gestionar los niveles de luz y el consumo de energía de cada una de las 2,000 nuevas lámparas de forma individual. Pueden reducir la intensidad lumínica cuando están seguros de que las calles están desiertas y aumentarla en caso de accidentes de tráfico o informes de delitos en la calle. El sistema es también abierto y escalable, lo que facilita la incorporación de IoT y otras aplicaciones inteligentes cuando sea necesario.

La iluminación pública no solo debe ser funcional, también puede utilizarse para crear efectos dramáticos, como iluminar monumentos populares con colores en aniversarios importantes o días festivos nacionales.

Se ha utilizado un sistema de iluminación conectada para iluminar edificios históricos en Shanghái y en el distrito financiero de Pudong, creando una identidad única para la ciudad y ayudando a cumplir sus objetivos de eficiencia energética.

La iluminación inteligente hace más que solo iluminar

Los beneficios de la iluminación conectada van mucho más allá de mejorar el entorno construido de una ciudad. Por ejemplo, la infraestructura conectada que la respalda puede utilizarse para muchos otros servicios. Con una red de comunicaciones, el equipo de iluminación puede recibir notificaciones automáticas cuando hay una falla. La automatización del mantenimiento de la iluminación de calles no solo reduce los costos de una ciudad al reducir la cantidad de inspecciones, sino que también reduce las emisiones de vehículos.

Además, los datos de la iluminación inteligente, como el ruido ambiente, la temperatura y la detección de movimiento, se pueden compartir con otras aplicaciones urbanas. Una infraestructura de iluminación inteligente puede utilizarse como plataforma para otros servicios de ciudades inteligentes o para proporcionar servicios de banda ancha a los ciudadanos. El monitoreo de energía a través del sistema de gestión de iluminación puede respaldar a las redes eléctricas para mejorar la estabilidad de la red.

Con los plazos de emisiones netas cero a la vista, los gobernantes de las ciudades comprenden la necesidad urgente de invertir en infraestructuras nuevas, más inteligentes y más eficientes en energía. La iluminación de la ciudad es un primer paso sencillo. La buena noticia es que se están destinando sumas sustanciales para respaldar estas inversiones a través de programas como el Pacto Verde de la UE, la Ley de Reducción de la Inflación de los EE. UU. y la iniciativa de Nueva Infraestructura de China.

También hay financiamiento adicional disponible a través de iniciativas de financiamiento combinado, incluyendo asociaciones público-privadas, lo que ayuda a acelerar los esfuerzos para hacer que la iluminación pública sea más eficiente en energía y cree ciudades preparadas para el futuro.

Tecnología de iluminación sostenible y conectada para ciudades más limpias y brillantes
Javier Rodríguez
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