La utópica propuesta de Elon Musk para España y la energía solar fotovoltaica
Cada cierto tiempo, Elon Musk irrumpe en twitter cual elefante en cacharrería y lo mismo hace que las acciones de Samsung SDI pierdan 580 millones de valor con un solo tuit, que provoca una revolución en Wall Street a causa de una broma especulando que quizás lance las acciones de Tesla a 420 dólares la unidad – para los profanos, 420 es un término de código en la cultura del cannabis que se refiere al consumo de marihuana, sustancia de la que es un consumidor reconocido y afamado.
Estas anécdotas, para algunos divertidas, para otros síntomas de que algo no funciona como debería en el sector financiero, si son algo son una muestra evidente del poder e influencia que el propietario de Tesla, que con apenas unos caracteres es capaz de sacudir sectores enteros.
Y eso es exactamente lo que pasó cuando hace unos días, con apenas 80 caracteres, un tweet de Elon Musk en el que sugería que «España debería construir una matriz solar masiva. Podría nutrir a toda Europa» no solo provocó un gran revuelo – hasta el punto que el ex-Ministro, Pedro Duque y el Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, respondieron a la propuesta del empresario sudafricano – en esa red social, sino que grandes grupos de renovables como Solaria o Siemens Gamesa subieron más de un 6 % en su cotización bursátil.
La propuesta solar de Elon Musk para España, un proyecto utópico
Obviamente, el tuit, más allá de las millones de respuestas encontradas tan habituales de esta red social, levantó una gran pregunta ¿es posible realizar un proyecto como el propuesto por Elon Musk? La respuesta más sencilla es que, a día de hoy, y con la tecnología actual: un proyecto de este tipo es poco más que una utopía; problemas como la estabilidad de la red, la falta de conexiones con Europa o la imposibilidad de almacenar energía a gran escala son escollos demasiado difíciles de salvar.
Estabilidad de la red: la red eléctrica que nutre de energía nuestros hogares es un sistema, por increíble que pueda parecer, bastante frágil que necesita mantener una cierta estabilidad en aras de prevenir grandes caídas o subidas de tensión que provoquen accidentes cuyas consecuencias pueden llegar hasta la destrucción total del sistema.
De hecho, pese a que es muy poco mencionado, uno de los principales problemas que tendría ese mundo futuro movido 100 % por energía generada de fuentes renovables, es que se trata de una producción intermitente que, cuando llega a ciertos niveles de penetración, hace realmente difícil la gestión de la red.
Y la fotovoltaica no es para nada distinta en ningún sentido. Cuando no hay Sol, no se genera electricidad, es física pura, y en cuestión de horas el sistema pasa de recibir una cantidad ingente de energía a no recibir nada. Cómo integrar un nivel de producción como el que lograría la instalación propuesta por Elon Musk es un reto de casi imposible ejecución a día de hoy.
En especial, sí, por la falta de tecnologías que permitan almacenar grandes cantidades de energía que permitan regular el flujo de esta a lo largo de todo el día, pero también por las grandes fuentes de producción de otro tipo – gas, hidroeléctrica, carbón – que serían necesarias para la integración.
Interconexión con Europa: pese a estar situada en una península, la Ibérica, en términos geográficos, en términos eléctricos España es poco más que una isla para con sus vecinos europeos.
El estado español, en la actualidad, cuenta con uno de los niveles de interconexión más bajos de todo el continente; solo está conectada directamente con Francia , y toda la electricidad habría de pasar por las conexiones con este país. Algo muy distinto de lo que podría hacer, por ejemplo, Alemania, que por su situación geográfica puede comercializar electricidad a través de varios países europeos.
En cifras planas, pese a que la Unión Europea ha establecido que para el 2020 que las interconexiones de los estados miembros supusieran un 10 % de la potencia instalada para 2020 y el 15 % para 2030, a día de hoy la española apenas supera el 5%.
Un 5 % que además se ha logrado alcanzar de manera muy reciente, tras la puesta en marcha de la submarina del Golfo de Vizcaya, no llegando apenas al 2.8 % hasta 2015 y estando en un 1.4 % de la producción antes de esta fecha.
Dicho de manera más sencilla, con los apenas 5.000 megavatios (MW) de capacidad de interconexión que cuenta ahora mismo España, quedaría mucho camino por andar también en este aspecto.
Finalmente, a estas barreras tecnológicas y de infraestructuras, habría que añadir a la conversación muchos otros aspectos como el impacto medio ambiental, el marco administrativo, y un largo etcétera; pero antes de pensar en cómo vender la piel del oso, no solo hay que cazarlo, sino saber si tenemos las armas y herramientas necesarias para hacerlo.
