El principal reto a futuro del internet de las cosas (IOT)
Según un estudio de Kaspersky publicado en el primer trimestre de 2022, el 43% de las empresas tienen una infraestructura de IoT desprotegida, y la preocupación por la ciberseguridad sigue siendo un obstáculo para la implantación de sistemas de IoT (según el 57 % de las empresas encuestadas).
A medida que los dispositivos IoT se vuelven más frecuentes -y a medida que aumenta nuestra dependencia de ellos-, la preocupación por la seguridad adquiere una importancia renovada. Gartner informa de que el 20 % de las organizaciones han sufrido ciberataques en dispositivos IoT en los últimos tres años.
El suministro de chips semiconductores para soluciones de IoT se ha visto sometido a una gran presión por la elevada demanda de los últimos tiempos, lo que ha provocado una escasez de chips. Se espera que esto limite el crecimiento de la IO en un 10-15% en 2022. La buena noticia es que los esfuerzos de los sectores público y privado de la Unión Europea están diseñados para hacer frente a los retos de la escasez y dar paso al potencial de crecimiento alcanzado.
Tradicionalmente, la eficacia y la velocidad óptimas de transmisión de datos de las tecnologías IoT han dependido de las capacidades de ancho de banda. Los avances en las redes garantizarán no sólo que los datos se transmitan en tiempo real, como requieren muchas aplicaciones, sino también que este proceso se realice de forma segura.