¿Sabías que, de media, un coche se pasa un 95 % de su vida útil estacionado?

3 de enero de 2023 0

Desde prácticamente su invención, el coche se convirtió en una de las posesiones más preciadas de los ciudadanos. Su posesión aportaba una libertad de movimiento sin precedentes en la historia, acortando los tiempos para recorrer cualquier distancia terrestre, lo que en buena medida estrechó el mundo y acercó lugares hasta entonces lejanos.

Todo ello, además, sin estar sujetos a los horarios y restricciones que hasta entonces ataban a los medios de transporte más comunes, es decir, trenes, barcos y el transporte animal.

Además, se convirtió en un elemento identitario y de estatus. La gran cantidad de modelos que pronto comenzó a aparecer, posibilitaba que muchas personas no eligiesen el modelo que más se adaptaba a sus necesidades, sino que también lo utilizaran como un elemento más en los que basar su personalidad y controlar la imagen que trataban de proyectar.

Todo ello hacía del automóvil un objeto de deseo, un producto aspiracional que, en muchos casos, también se relacionaba como un símbolo de madurez, dado que solo se podía obtener una licencia para su conducción al alcanzar una edad que varía entre los 16 y los 18 años.

Así, las calles y ciudades se fueron llenando de automóviles en cifras que, en algunos casos, superaban a la de ciudadanos.

Más allá de la sostenibilidad, el espacio público es uno de los principales puntos de discrepancia sobre la presencia del automóvil en las ciudades

Sin embargo, con el paso del tiempo esto ha comenzado a variar. Una mayor concienciación por parte del común de la sociedad sobre el impacto que los seres humanos tenemos sobre el medio ambiente, así como del aprovechamiento del espacio público, en especial en las ciudades, ha hecho que se empiece a cuestionar la idoneidad de este medio de transporte.

Más allá de las evidentes cuestiones medioambientales que dejan en evidencia que, si queremos lograr un futuro sostenible, el transporte ha de virar hacia opciones más comunales que individuales, cada vez son las voces críticas que denuncian la gran cantidad de espacio público que los coches ocupan en las ciudades. Pero, ¿en qué se basan estas afirmaciones?

La realidad es que los coches, si bien son la opción de transporte más cómoda por su nula dependencia de horarios, esta libertad viene dado porque su disponibilidad se basa en estar siempre listos para emprender la marcha. Y todo ese tiempo que están a la espera lo están, por lo general, ocupando una grandísima cantidad de espacio público que bien podría ser utilizado para un beneficio más social que particular.

En concreto, se estima que, de media, los coches pasan estacionados un 95 % de su vida útil. Teniendo en cuenta que esta vida útil suele rondar los 13 años, los coches pasan una media de 12 años y 4 meses sin ser utilizados.

Un dato que varía según las zonas que estudiemos:

Con estos datos en la mano, es muy difícil defender anteponer el uso del automóvil en detrimento de otros medios de transporte como los autobuses y, sobre todo, trenes. Medios de transporte, además, mucho más sostenibles y con un impacto medioambiental menor.

Sabías que, de media, un coche se pasa un 95 % de su vida útil estacionado
Javier Rodríguez
Javier Rodríguez
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