¿Sabías que, en torno al 1880, se produjo la «Guerra de las corrientes»?

6 de septiembre de 2022 0

Si una figura alcanzó su cénit protagónico en el siglo XIX, esa fue la de los grandes inventores. Una profesión, a caballo entre la ciencia y la investigación, que tiene en dos personas sus máximos referentes. Nikola Tesla y Thomas Alba Edison.

Aunque el segundo es el que más reconcomiendo recibió en vida, convirtiéndose su nombre casi en sinónimo de genio durante generaciones, a lo largo de los últimos tiempos se está empezando a poner en valor la figura del primero, Nikola Tesla.

Un Nikola Tesla que, pese a que siempre ha sido Edison el más asociado a la energía eléctrica – tanto por méritos propios como por falsas atribuciones, fue el que salió ganador de una de las batallas menos conocidas de la historia, la conocida como Guerra de las Corrientes.

En esta contingencia encontramos dos bandos luchando por ver qué tipo de corriente eléctrica será la elegida para llevar a cabo una electrificación que alcanzaría cada estamento de la sociedad.

Por un lado tenemos a Nikola Tesla, defensor de la corriente alterna (CA), mientras que por el otro Thomas Alba Edison  abogaba por la corriente continua (CC).

Pero ¿qué diferencia la corriente continua de la corriente alterna? En pocas palabras, la manera en la que circulan los electrones por ellas:

  • Corriente continua: no varía con el tiempo, ya que los electrones fluyen de manera estable y en una sola dirección. Es la corriente de las pilas y de las baterías.
  • Corriente alterna: aquí, los electrones fluyen de manera cíclica, fluctuando su magnitud y su dirección en intervalos regulares. Es la corriente que va por las líneas eléctricas y que llega a los enchufes de las casas.

La principal ventaja de la corriente continua es que es, generalmente, más segura que la corriente alterna. Necesita menos aislamiento y se pueden usar voltajes más bajos. Además tiene la ventaja de que puede almacenarse en baterías.

Por su parte, la principal ventaja de la corriente alterna es que al transportarla a lo largo de grandes distancias, se pierde menos energía que con la corriente continua. Además, es fácil transformarla en corriente continua.

Tesla se alza con la victoria

Con el paso del tiempo, Nikola Tesla a que a acabaría demostrando que la corriente continua de Edison era cara e ineficaz, dado que cuando mayor era la distancia, más energía se perdía por el camino.

Mediante la idea de Tesla, la electricidad generada en las centrales fuera elevada a una alta tensión y transportada a lo largo de enormes distancias sin apenas pérdidas de energía. Una vez que llegaba a su destino, era fácil y barato emplear transformadores para distribuirla en media y baja tensión.

Cualquiera que conozca mínimamente el funcionamiento de nuestro sistema eléctrico actual, sabrá quién fue el ganador de la contienda. Ya que este es el sistema que se utiliza hoy en día para hacer llegar la energía desde una central hasta nuestros hogares.

“La guerra de las corrientes fue una guerra sucia en la que no faltaron prensa sensacionalista y espectáculos circenses.”

Quizás algunos se preguntan cómo pudo un inventor de la talla de Edison meterse tan a fondo en una refriega en la que, cualquier observador independiente con unos mínimos conocimientos científicos, sabía que su opción era peor desde cualquier punto de vista. Desde la eficiencia a la aplicación `práctica.

Y es que, en efecto, Edison tenía el conocimiento de que su sistema era menos eficiente, pero renunciar a él significaba renunciar a ingentes sumas de dinero aportadas por bancos y empresas interesados en que su propuesta prevaleciese.

Eran tanto los intereses en juego por ambos lados, que el juego sucio llegó hasta el punto de organizar demostraciones públicas, en el mejor estilo circense, en las que aquellos que apoyaban a Edison aplicaban primero una leve corriente continua a un animal, dejándolo atontado; para posteriormente aplicar sobre él una corriente alterna de alto voltaje y matarlo de electrocución.

Incluso el mismísimo Edison bajó al barro escribiendo artículos alarmistas en los que calificaba a la corriente alterna de ser una «amenaza constante» para hogares y personas.

Sin embargo, la realidad es tozuda y, con el paso de los años, la corriente alterna fue imponiéndose como el mejor sistema para la electrificación a gran escala, además de aumentar las medidas de seguridad en tendidos eléctricos y subestaciones.

Fue el sistema elegido tanto en la Feria Mundial de Chicago de 1893 como en las instalaciones eléctricas de las cataratas del Niágara.

Por desgracia, y como ya dejábamos entrever al inicio de este artículo, el genio croata de origen serbio, no pudo disfrutar de la victoria, ya que Tesla se había visto obligado a vender su patente a Westinghouse.

¿Sabías que, en torno al 1880, se produjo la "Guerra de las corrientes"?
Javier Rodríguez
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