¿Sabias que se puede producir electricidad con el queso?
Solar, hidráulica, eólica son las principales fuentes de generación de energía renovable que nos vienen a todos en la cabeza cuando hablamos del tema. Pero ¿el queso? ¿Qué tiene que ver el queso con todo esto? Tranquilo, que en esta edición de ¿Sabías que… en iElektro no venimos a hablaros de una nueva versión de ese experimento tan popular en los colegios en los que encendíamos un pequeño LED con dos electrodos clavados en una patata.
Venimos, sin embargo, a hablar de deshechos y basura.
Y es que a lo largo de los últimos años, cada vez son más las investigaciones científicas y los avances tecnológicos en búsqueda de nuevas maneras de generar energía de una manera sostenible en base a los residuos que generamos los seres humanos, y nuestra actividad, día a día.
Este es el caso de un pequeño pueblo al este de Francia, Albertville. Esta localidad, situada al pie de los Alpes, es famosa por la producción de un exquisito queso Beaufort. Una producción alimentaria que, además de poner el nombre de Albertville en el mapa, está ayudando a que sus casi 20.000 habitantes disfruten de una importante reducción en su factura energética.
Gas metano excedente de la producción de queso para alimentar 1500 hogares
El cómo lo hace es mérito de la empresa de ingeniería Valbio, encargada de la creación y el desarrollo de un novedoso sistema de procesamiento de los sueros lácticos sobrantes de la elaboración del queso, para producir gas metano.
Así, los fabricantes locales de queso de la zona envían sus residuos a la central donde, en una primera etapa, se separa el líquido también llamado “permeado”. De esta etapa se aprovechan las proteínas y se distinguen los elementos aprovechables para nuevos productos no alimenticios que, junto a las aguas de la planta, se envían a la sección de tratamiento. En esta etapa se separan de nuevo los residuos en 2 partes, una en la que la materia orgánica se degrada por metanización, donde se produce biogás; y otra en la que se trata la materia orgánica residual, el nitrógeno y el fósforo mediante un tratamiento aeróbico.
El biogás producido se envía a una unidad de cogeneración donde se convierte en energía. Allí se vende y se añade a la red eléctrica y al conducto de agua, suministrando a esas 1500 viviendas y a la misma planta. Con las sobras de la producción de queso y el tratamiento de la planta han conseguido generar una media de 3 millones de kilovatios por hora al año en electricidad, y 3,5 de agua caliente, con una tasa de depuración del 99%.
Este modelo no se limita a Albertville, podemos encontrar 20 plantas como esta pero a pequeña escala en el resto de Francia y Canadá y se esperan nuevas aperturas en Australia, Italia, Brasil y Uruguay.
