¿Sabías que en el mundo se producen cada día 29,25 billones de kWh?
La producción de energía es no solo uno de los temas sobre los que más se ha escrito y hablado durante los últimos meses, sino que tiene todas las papeletas para ser una de las principales preocupaciones de nuestra sociedad durante los años venideros.
El agotamiento de los combustibles fósiles, así como la falta de recursos clave tanto para la producción nuclear (la extracción de uranio se ha reducido a un ritmo del 10 % anual los dos últimos cursos) como para las renovables (demasiado dependientes de materias primas muy escasas y de difícil extracción), parecen avecinar una futura crisis energética a la que hay muy difícil solución.
Y es que el mundo depende cada es más de la energía eléctrica. A pesar de los esfuerzos realizados por ciudadanos, empresas y gobiernos por reducir esta dependencia mediante la modificación de nuestros hábitos, sistemas productivos, creación de nuevas soluciones y productos más eficientes desde un punto de vista energético, el consumo de electricidad a nivel mundial lleva casi 50 años creciendo a un ritmo del 30 % cada década – o dicho en otras palabras, del 3 % anual.
Producción de energía a nivel mundial y fuentes de generación
Un aumento en el consumo que nos está llevando a aumentar nuestra producción de electricidad hasta los 29,25 billones de kWh que se generan a diario en el mundo, según los estudios más reciente,
Una producción que, por desgracia, dista mucho de lo que sería un escenario ideal en el que los combustibles fósiles apenas tendrían un peso. En realidad, estos suponen más de la mitad de la producción energética mundial, destacando un carbón del que se obtiene un 38 % de toda la energía producida a diario, y al que le siguen el gas natural (23 %) y el petróleo (3 %).
A pesar de su crecimiento a lo largo de los últimos años, en la actualidad el aprovechamiento de las fuentes renovables para la generación eléctrica apenas suponen un tercio del total, lideradas por una hidráulica (16 %) a la que siguen la eólica (5 %) y la fotovoltaica (2 %).
Por último, la producción energética en las centrales nucleares se mantiene en un estable 10 %, siendo el resto ocupado por los biocombustibles (2 %) y otros tipos de generación (1 %).
